Puna.
Uno de esos tantos domingos híbridos por fin cobra vida. Me dirijo al “Palais de Glace”, en el barrio de Recoleta, ya que hoy pasan un filme de Hernán Khourián, titulado “Puna”. Me siento en una de las butacas del fondo, y espero que comience, tan sólo unos minutos.
Una serie de imágenes en movimiento empieza a circular. Coyas avanzando en fila por la vida que les tocó andar. Las tierras áridas del norte empapadas de costumbres y tradiciones. Un recorrido por los paisajes típicos de la puna me hace viajar en mi imaginación, como si estuviera en la altura.
En realidad, no disfruté la película, sinceramente me pareció bastante mala. Y no fui el único, de las pocas personas que ocupábamos las butacas, al poco tiempo de iniciado el filme, quedaba menos de la mitad. La gente se iba parando aproximadamente cada cinco minutos para abandonar la sala.
A pesar de la calidad de la película, fue una buena experiencia rozarse con el arte independiente, vivir algo nuevo, ver que alrededor las personas son tan diferentes entre sí. No todos los días uno esta en el mismo lugar con gente de todo tipo, de toda clase, no todos los días uno siente que hay algo que nos atrajo a todos hacia ahí, aunque no haya relación alguna entre nosotros.
Además, me atrajo en cierto modo el filme porque mostraba imágenes de un lugar que yo ya conocía, y al que disfruté mucho ir. Fue como hacer un viaje en el tiempo, volver al pasado y admirar esos hermosos paisajes otra vez, como si hubiera sido ayer.
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Supongan que eso es una crónica, es lo mejor que pude hacer...
1 comentario:
A veces pasas con las peliculas de cine independiente argentinas que se zarpan en no-narrativas, demasiado bafici. Estaría bueno que haya más cine de género, pareciera que todos le huyen como si fuera algo malo, los estudiantes de la FUC egresan y creen que ya son Godard. De cualquier modo tu reseña estuvo entretenida, un poco corta quizas. Saludos.
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