viernes, 25 de abril de 2008

Zona Narrativa (parte 3)

Carta sin destino.

29.04.08

No se cuanto tiempo pasó ya desde la última vez que la vi, pero para mi es una eternidad. Ya no se cómo soportarme a mí mismo, ya no se qué hacer para no extrañarla.

Decidí que había llegado la hora de empezar a valerme por mi mismo, de dejar de depender de su ayuda para todo. Pero antes quería despedirme como ella se merecía, así que me surgió la idea de escribirle una carta, y comencé. Pero no fue tarea fácil, tenia el papel en blanco frente a mi y en mi mano el lápiz, pero no sabía como depositar tantas sensaciones allí.

Durante un largo tiempo estuve mirando la hoja sin hacer nada. Tenía mucho que decirle, pero no sabía si ella lo entendería. Siempre increíblemente conectados, pero aún así dudaba que interpretara todo lo que yo pretendía hacerle saber.

Después de tanto basilar, volteé la vista hacia el papel, y la carta ya estaba escrita. Sin haberme dado cuenta, ya todo estaba allí. Era perfecta, como ella. Solo quedaba entregársela.

Me asomé por la ventana una vez más, con la carta en mi mano, para verificar si ella se acercaba, pero no la vi. De repente, para mi desgracia, sopló un viento fuerte que me quitó de las manos la tan preciada carta. Así se iba todo lo que ella significaba para mi, volando entre las grandes torres espejadas, así perdía yo todo lo que con tanto esfuerzo había realizado, y sabía que jamás recuperaría.

Zona Narrativa (parte 2)

Los que se quedan.

22.04.08

Me despierto temprano, con ganas de algo que no se qué es. Siento ansias, como si no pudiera tranquilizarme hasta conseguir algo. Algo que tan sólo ella puede darme, pero no está. Es la primera vez que abro los ojos y no está a mi lado. Debo confesar que me siento bastante asustado, he llegado a depender completamente de su presencia junto a mí.

Me decido a asomarme por la ventana, como si algo pudiera cambiar, y veo en el cielo flotando algunas nubes. Se mueven lentamente, como buscando su rumbo. De repente noto que éstas comienzan a tomar diferentes formas, pero en todas esta su rostro, siempre ronda mi mente su imagen, sus ojos, su voz. Siempre es ella mi único pensamiento y necesidad.

Pasan las horas y no puedo dejar de preguntarme dónde está, qué estará haciendo que no viene a buscarme, con quién estará, cuándo vendrá por mí. La impaciencia me carcome por dentro, empiezo a desesperarme. Quiero salir a buscarla pero no se cómo ni dónde. Nunca salí solo de acá, no quiero cruzarme con ellos sin que ella esté a mi lado.

Podría intentarlo. Podría darme a la fuga y comenzar a gritar su nombre por las calles, pero ¿qué pasa si ellos me encuentran antes? ¿quién sabe lo que podrían hacerme? Creo que no me queda otra alternativa que sentarme en esta cárcel a esperar su llegada.

Zona Narrativa (parte 1)

Lugar sin nombre.

01.04.08

Ellos me miran como serpientes hambrientas de un ratón. Ellos se arrastran hacia mi como si no fuera de su especie. Me siento diferente, no me siento una persona en este lugar. Me cuesta encontrar mi identidad. No se quién soy, no se quiénes son ellos, y tampoco se si quiero descubrirlo.

Estar en esta tierra desconocida por tanto tiempo escapando de ellos empieza a perder sentido. Quieren comer, quieren hacer de mí su plato principal. Pero no pienso arrastrarme más, llegó la hora de ser, de defender mi identidad como persona, aunque no sea como ellos.

Así fue como la conocí a ella, tan idéntica a mi que me hace sentir alguien otra vez en esta tierra de locos. Ella, que me mira fijo como si no quisiera mirar nada más, me demuestra que se siente igual que yo. Ahora puedo estar bien, siempre detrás de tanta oscuridad está su luz.

domingo, 20 de abril de 2008

El humo de la ciudad..


Parece una ciudad fantasma..
Me pregunto que estaran haciendo los políticos
mientras nosotros no vemos nada..
Tal vez sus cuentas en Suiza esten creciendo,
quién sabe..

Empezaremos a usar barbijos de por vida?
en cualquier momento la moda va a ser
el barbijo con mp3 o alguna pelotudes de esas
ya se van a provechar de la situacion..

Diganme cual piensan que va a ser el invento
estúpido e inútil de la moda
que vamos a empezar a usar este año.
Ya que todos los años sale algo nuevo
quisiera saber que piensan.

Saludos,
Exe

miércoles, 16 de abril de 2008

Mi relación con la escritura.

Todo comenzó hace unos años, en la secundaria, cuando mi pasión por la lectura estaba en su infancia. Con tan solo algunos libros en mi haber, las clases de literatura me dieron la oportunidad de conocer los autores que luego comenzaría a admirar.

En un principio, me atrajo la literatura fantástica. “El Hobbit”, fue mi introducción a este tipo de historias. Y la trilogía de “El señor de los anillos”, más adelante, significó un punto de inflexión en mi relación con la literatura. Mas allá de los textos obligatorios de la secundaria como “Relato de un naufrago” o “Dr. Jekill y Mr. Hyde”, que fueron de mi agrado, en 5to año la profesora de literatura nos dio a elegir entre determinados autores. Entre ellos estaba Mario Benedetti, de quién hasta ese momento yo no había tenido el placer de leer nada. Así fue como mi elección fue “La Tregua”, una novela que me apasionó, disfruté mucho leerla por lo que contaba, pero más que nada por la forma en que el autor se expresaba.

A pesar de que ya escribía para esa época canciones, cuentos, poesías o lo que fuera, leer esa novela hace tan solo dos años me dio la idea de cómo quería escribir yo, de hacia donde quería apuntar mis propias historias. Y por supuesto, comencé una novela, que nunca terminé, el típico primer proyecto fallido.

Descubrí que en mi no esta la chispa para escribir novelas o textos extensos. Prefiero mezclar mis gustos por la música con mi pasión por escribir, por eso me dedico a componer. Disfruto más el hecho de expresar algo que pasó por mi cabeza cuando estaba en el colectivo o en la calle o en la misma facultad, que sentarme horas y horas a redactar. Por lo menos hasta ahora, no es algo que pueda hacer, tal vez en un futuro no muy lejano. Pero por el momento, mi entusiasmo está en recordar esas frases que pasan por la mente una sola vez y
que no hay que perderse, porque pueden luego incorporarse a una poesía o a una canción, o simplemente seguir siendo frases, pero muy buenas y significativas. Frases que pueden inspirarnos en momentos posteriores.

A lo largo de mi paso por la escuela fue cuando me di cuenta de lo mucho que disfruto escribir, creo que encontré mi escapatoria a la rutina, mi propio mundo en el que solo yo y algunos mas a mi elección podemos entrar, porque yo tengo la llave y hay una sola copia.

Presentación como lector.

Hace unos años leí una novela del escritor uruguayo Mario Benedetti, titulada “La Tregua”. Ésta trata de un hombre común y corriente que está cansado de su vida, de la rutina, de estar solo, de ver la misma cara frente al espejo todas las mañanas. Pero un día conoce a una mujer joven en el trabajo, y se enamora de ella. Comienza a salir con esta chica, y se siente feliz, como si la vida le sonriera una vez más. Hasta que un día ella muere, y el protagonista vuelve a estar en el mismo lugar que en un principio, hundido en una profunda tristeza, donde ya nada tiene sentido para él.

El relato está escrito en primera persona. El protagonista narra ciertos sucesos de su vida cotidiana, y su reflexión sobre ellos.

Es cierto que no hay nada de original en esta historia, quizás precisamente por eso me siento identificado, porque creo que lo original está en lo simple de todos los días, en las cosas que ni siquiera percibimos como importantes, pero que forman nuestra personalidad y hacen que pensemos y actuemos de una manera u otra en distintas situaciones. El autor cuenta el relato de una manera tan simple que hace que sea muy fácil de entender y de compenetrarse.

Por último, pienso que, son pocas las personas que en algún momento de su vida no se sintieron como este personaje, cansados de su rutina, con ganas de empezar de nuevo y hacer cosas completamente diferentes como tal vez habían soñado años atrás. Así que podría decirse que cualquiera que lea esta novela se sentirá identificado o, por lo menos, se replanteará sus metas.